S&P Global recorta calificación de Panamá, grado de inversión en riesgo
Por: Alex E. Hernández V.
Aunque el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Felipe Chapman, ha señalado que las agencias calificadoras habían recibido con optimismo el plan del Gobierno para mejorar el perfil financiero de Panamá, la firma S&P Global Ratings redujo la calificación del país, dejándolo a un paso de perder el grado de inversión.
Si bien la calificadora considera que la situación del país es estable, no dejó pasar por alto el acelerado incremento que ha registrado la deuda en los últimos años, aumento que se suma a una caída en los ingresos. La deuda panameña creció en más de 24 mil millones de dólares durante la gestión del expresidente Laurentino Cortizo y actualmente supera los 53 mil millones de dólares.
El gobierno de José Raúl Mulino ha incrementado la deuda en poco más de 1,700 millones de dólares desde julio pasado, producto de la caída en los ingresos corrientes, que al mes de octubre registran un déficit superior a los 1,400 millones de dólares.
Al no contar con suficientes ingresos, pero con gastos altos, los gobiernos en Panamá se han volcado a incrementar la deuda, que actualmente representa el 61% del producto interno bruto del país, estimado para este año en poco más de 83 mil millones de dólares.
De acuerdo con una nota publicada por la agencia Bloomberg, los analistas de S&P Global Ratings señalaron que la «rebaja refleja la menor flexibilidad soberana, lo que aumenta la vulnerabilidad frente a los desafíos económicos y fiscales futuros».
Si Panamá pierde el grado de inversión, las consecuencias serían significativas. En primer lugar, el costo de la deuda aumentará, ya que el país tendría que pagar tasas de interés más altas para atraer a los inversionistas. Esto encarecería el financiamiento de proyectos de infraestructura, programas sociales y otras necesidades clave, agravando aún más los problemas fiscales. Por otro lado, una rebaja adicional podría desalentar la entrada de capital extranjero, ya que muchos fondos especializados, como BlackRock y Vanguard, que actualmente tienen bonos panameños, están obligados por sus políticas internas a mantener solo instrumentos con grado de inversión. Esto podría reducir la liquidez en el mercado y generar una mayor volatilidad.
En marzo pasado, Fitch Ratings retiró el grado de inversión a Panamá, señalando también el acelerado aumento de la deuda en un contexto en el que los ingresos van en picada.
La rebaja en la calificación llega en un momento en el que el país atraviesa reformas presentadas por el Gobierno a la Caja del Seguro Social (CSS). Estas reformas aumentan en tres años la edad de jubilación para hombres y mujeres, elevan la cuota que pagan las empresas y establecen aportes de 966 millones de dólares por parte del Estado para fortalecer las finanzas de la institución.