Plazo de exclusividad para vender puertos de Balboa y Cristóbal vence el domingo: ¿qué pasará?
Este domingo 27 de julio vence el período de exclusividad de 145 días fijado entre CK Hutchison y un consorcio liderado por BlackRock para concretar la venta de su negocio portuario global, valorado en 22.800 millones de dólares.
Aunque la fecha marca un hito clave en las negociaciones, fuentes cercanas al proceso indican que es poco probable que el acuerdo se concrete dentro del plazo establecido. Sin embargo, tampoco hay señales de que las partes vayan a abandonar las conversaciones, según informaron Reuters y Bloomberg.
El negocio incluye 43 activos portuarios en 23 países, entre ellos los puertos de Balboa y Cristóbal, ubicados a ambos extremos del Canal de Panamá.
Estas terminales son consideradas estratégicas por su ubicación en una ruta que maneja aproximadamente el 3% del comercio marítimo mundial y una porción relevante del tráfico de contenedores hacia y desde Estados Unidos.
Geopolítica
Desde que se anunció la intención de venta en marzo pasado, la transacción ha estado rodeada de controversia geopolítica, especialmente por el involucramiento de CK Hutchison, conglomerado con sede en Hong Kong, y la empresa Mediterranean Shipping Company (MSC), propiedad del magnate italiano Gianluigi Aponte.
La politización del proceso ha aumentado por el interés del gobierno estadounidense y las reacciones del gobierno chino.
Esta semana, en su conferencia con los medios de comunicación, el presidente José Raúl Mulino destacó la importancia de que Panamá aumente la inversión portuaria en las riberas del Canal y pidió a la Autoridad del Canal de Panamá acelerar el proceso de licitación del puerto de Corozal, proyecto que ha estado en pausa desde hace varios años y que busca ampliar la capacidad logística del país en el sector Pacífico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó el tono del conflicto al respaldar públicamente la transacción y presentarla como una forma de “recuperar” el control de los puertos panameños frente a la supuesta influencia china.
Aunque el Canal de Panamá ha estado bajo control soberano panameño desde 1999, Trump afirmó que la operación representaba un riesgo de seguridad para su país.
En respuesta, el gobierno chino activó una revisión antimonopolio y expresó su rechazo a la posible venta, acusando a CK Hutchison de ceder ante presiones políticas.
Naviera china entra en escena
Medios afines a Pekín también han criticado la operación, mientras la naviera estatal china Cosco intenta sumarse al consorcio con exigencias como derecho a veto sobre decisiones operativas, lo que podría complicar aún más la aprobación regulatoria en jurisdicciones como Estados Unidos y la Unión Europea.
CK Hutchison ha señalado que la venta solo se concretará si se cumple con todas las regulaciones de los países involucrados.
Sin embargo, el ruido político, los desacuerdos internos y la presión internacional mantienen el futuro de la operación en suspenso.
La posibilidad de que se extienda el periodo de negociación tras el 27 de julio gana fuerza, en un contexto donde los intereses comerciales y estratégicos chocan con creciente intensidad.