Panamá y Estados Unidos en lados opuestos sobre el futuro del plástico
Estados Unidos pidió a varios países que rechacen un tratado global que limite la producción de plásticos. La solicitud fue enviada en una carta fechada el 25 de julio, antes del inicio de la ronda de negociaciones del tratado contra la contaminación plástica que se realiza en Ginebra.
El memorando deja claro que Estados Unidos no apoyará medidas como reducir la producción de plástico virgen o prohibir ciertos aditivos químicos, según datos publicados por la agencia Reuters.
La postura estadounidense lo pone en oposición directa con más de 100 países que defienden un acuerdo ambicioso para frenar la contaminación desde su origen.
En el documento, Estados Unidos advierte que imponer límites afectaría los costos de productos de uso diario.
Cada año se producen más de 400,000 toneladas de plástico en el mundo, pero menos del 10% se recicla. Según la ONU, unas 11 millones de toneladas acaban en ríos, lagos y océanos, lo que equivale al peso de 2,200 torres Eiffel.
Menor producción
Panamá ha defendido una posición contraria. Juan Carlos Monterrey-Gómez, jefe de la delegación panameña, advirtió que excluir la producción de plástico del tratado sería un “autosabotaje económico”.
También afirmó que quienes bloquean el progreso no protegen a sus industrias, sino que dejan por fuera a sus ciudadanos de nuevas oportunidades de desarrollo.
Durante su intervención, Monterrey-Gómez explicó que Panamá respalda un enfoque integral que incluya desde la producción hasta la eliminación del plástico.
Ha reiterado que sin medidas concretas, la contaminación seguirá creciendo, afectando la salud de las personas y el ambiente.
El memorando de Estados Unidos también propone eliminar una parte clave del borrador actual del tratado: la mención al ciclo completo de vida del plástico.
Esto ha sido criticado por varios países que ya habían respaldado ese enfoque en 2022.
Organizaciones como Greenpeace han advertido que Estados Unidos está usando tácticas de presión para frenar el avance del tratado.
También señalaron que su posición está alineada con los intereses de la industria petroquímica, que se opone a cualquier tipo de regulación global.
Las negociaciones continúan en Ginebra con posturas enfrentadas. Aunque originalmente se esperaba que esta fuera la última ronda para lograr un acuerdo, todo indica que aún hay temas clave sin resolver.
