Panamá cerró septiembre con un faltante de $4,131 millones
El déficit fiscal de Panamá alcanzó 4,131.8 millones de dólares al cierre de septiembre de 2025, equivalente al 4.56% del PIB, según el balance del Sector Público No Financiero.
Este déficit surge cuando el Estado gasta más de lo que recibe: en este caso, los ingresos totales sumaron 9,833.2 millones de dólares y los gastos ascendieron a 13,965 millones, lo que genera una brecha que debe cubrirse con deuda.
Aunque el desequilibrio sigue siendo alto, es menor al registrado en el mismo periodo del año pasado, cuando el déficit alcanzó 5,410 millones y equivalía al 6.27% del PIB.
El país cerró 2024 con un déficit cercano al 7% del PIB, una de las cifras más elevadas de los últimos años.
Gastos rígidos
Aunque los gastos totales del Estado se redujeron 5.2% respecto al año pasado, el déficit fiscal sigue alto porque lo que realmente está creciendo es el gasto rígido: aquel que no se puede recortar.
El pago de intereses de la deuda aumentó 9.9% en un año, alcanzando 2,328.4 millones de dólares, reflejando el peso de una deuda más grande y más costosa.
A esto se suma el incremento del gasto de la Caja de Seguro Social, que subió 9.4% hasta 3,412.8 millones de dólares. Estos dos componentes consumen una parte significativa del presupuesto y continúan presionando las finanzas públicas.
La inversión pública cayó casi 1,000 millones de dólares frente al año pasado, pero ese recorte no logra compensar el aumento del gasto inflexible.
El funcionamiento del Estado, subsidios, planilla, programas sociales y obligaciones de la CSS crecieron en conjunto más de 200 millones de dólares.
Con ingresos que aumentan solo 5.5%, Panamá enfrenta un desequilibrio fiscal donde los gastos que más pesan son precisamente los que no se pueden ajustar con facilidad. Por eso, aun con menos inversión, el déficit se mantiene elevado.
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Una deuda pesada
El informe fiscal también detalla el impacto de la deuda pública. Entre enero y septiembre, el Estado pagó 2,328.4 millones de dólares en intereses y desembolsó 2,962.1 millones en amortización de deuda externa y 2,777.3 millones en amortización interna.
Las amortizaciones representan el pago del capital prestado, mientras que los intereses son el costo financiero de mantener la deuda vigente. Paralelamente, los desembolsos de nueva deuda sumaron 6,738.5 millones en financiamiento externo y 3,761 millones en financiamiento interno, lo que evidencia que el país sigue tomando deuda adicional para cubrir operaciones y necesidades de liquidez.
Al mes de septiembre de 2025, la deuda total de Panamá se ubicó en 58,694 millones de dólares. Durante la administración anterior, la deuda creció en más de 25,000 millones, pasando de unos 31,000 millones en 2019 a más de 53,000 millones en 2024.
En el gobierno actual, el saldo se ha incrementado en alrededor de 5,000 millones adicionales, lo que refleja que el espacio fiscal continúa presionado tanto por los compromisos heredados como por la necesidad de financiar el funcionamiento del Estado.
Las calificadoras de riesgo han manifestado preocupación por el aumento en los pagos de intereses, ya que Panamá destina una proporción creciente de sus ingresos al servicio de la deuda, reduciendo los recursos disponibles para inversión en infraestructura, educación y programas sociales.
La sensibilidad a las condiciones internacionales también aumenta, pues tasas globales más altas elevan el costo financiero del país.
El Gobierno mantiene como meta cerrar 2025 con un déficit máximo de 4% del PIB, según la regla fiscal vigente, aunque lograrlo requerirá moderación en el gasto y contención en los nuevos desembolsos en un contexto de crecientes presiones financieras.
Controlar el gasto y aumentar los ingresos es una de las principales peticiones de las agencias calificadoras de riesgo y de entidades financieras internacionales.