Habilitan palco para niños con autismo en el Rommel Fernández
Panamá ya cuenta con su primer “Palco Azul”, un espacio sensorialmente adaptado ubicado en el Estadio Rommel Fernández, diseñado para que niños con trastorno del espectro autista (TEA) puedan disfrutar de eventos deportivos en un entorno accesible, calmado y seguro.
La iniciativa es parte del programa “Brillando Juntos”, impulsado por el Despacho de la Primera Dama en alianza con Arcos Dorados y Pandeportes.
Ubicado en el palco #17, con acceso por la puerta 13 del noroeste del estadio, el espacio tiene capacidad para 20 personas y está equipado con reguladores de luz, audífonos de modulación sonora, materiales didácticos y juguetes adaptados.
Pandeportes, a través de su Oficina de Equiparación de Oportunidades, será responsable de la administración del espacio durante los eventos.
La adecuación del palco fue posible gracias a Arcos Dorados, operador de McDonald’s en Panamá, que asumió el costo de remodelación y equipamiento.
“Es un verdadero orgullo ver cómo los Espacios Azules han trascendido nuestras puertas para inspirar cambios en otros ámbitos. Queremos que más familias puedan disfrutar del deporte sin barreras”, señaló Loney Armijo, Managing Director de la empresa.
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Empatía
El programa “Brillando Juntos” busca transformar espacios públicos en ambientes más empáticos y sensorialmente adecuados. “Cada niño merece sentirse parte de la alegría que generan los espacios públicos”, afirmó la Primera Dama, Maricel Cohen de Mulino, al referirse a la iniciativa.
Por su parte, el director general de Pandeportes, Miguel Ordóñez, destacó que el Palco Azul “es mucho más que una estructura física: representa un compromiso con la inclusión, el acceso universal al deporte y la atención digna para todos los panameños”.
Además de este espacio, el programa contempla otras acciones como campañas de sensibilización, alianzas multisectoriales y la adecuación de entornos educativos, culturales y recreativos para personas con autismo y sus familias.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 100 niños en el mundo presenta algún trastorno del espectro autista.
En países como Estados Unidos, la cifra ya alcanza 1 de cada 36. En Panamá, aunque no existen estadísticas oficiales actualizadas, organizaciones locales estiman que la prevalencia es comparable a la media mundial, con miles de familias enfrentando desafíos en accesibilidad, diagnóstico y acompañamiento.