Fitch califica de complicado el camino de Mulino a partir del 1 de julio
La calificadora de riesgo Fitch indicó que el presidente electo José Raúl Mulino enfrentará un camino cuesta arriba una vez asuma la presidencia de Panamá el primero de julio. En marzo, la calificadora retiró el grado de inversión a Panamá al considerar que la falta de gobernanza registrada en los últimos cinco años afectó la capacidad financiera del país.
Además de enfrentar una deuda que aumentó en más de 22 mil millones de dólares desde 2019, Mulino deberá hacer frente a la crisis del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja del Seguro Social, a los menores ingresos del Canal de Panamá producto de la sequía que afectó las operaciones de la vía acuática, así como al impacto sobre el producto interno bruto generado por el cierre de la mina de cobre.
«Mulino se ha comprometido a abordar estos problemas, pero aún no ha proporcionado detalles sobre sus planes para hacerlo. El tenso contexto social, la fragmentación de la legislatura y las difíciles concesiones políticas pueden limitar su capacidad para lograr mejoras grandes y rápidas», indica Fitch, que advierte que el estrecho espacio fiscal plantea una vulnerabilidad particular para Panamá, dada la dolarización y la fuerte dependencia del financiamiento externo, lo que limita su capacidad para manejar obstáculos futuros.
Sobre la mina de cobre, la agencia opina que «el camino hacia la reapertura es espinoso, en medio de una sensibilidad social aún elevada y casos de arbitraje pendientes». Por el momento, Mulino solo ha indicado que estaría dispuesto a permitir el reinicio de operaciones, pero solo para generar el dinero que se necesitará para poner en marcha el cierre definitivo de la concesión.
El no contar con una mayoría en la Asamblea Nacional también puede limitar los cambios que pretenda implementar la administración de Mulino, señala Fitch.