El valor de la lluvia: proyecto escolar sostenible en la cuenca del Canal

El valor de la lluvia: proyecto escolar sostenible en la cuenca del Canal

En una zona donde el acceso al agua ha sido irregular por años, el Centro Escolar Bajo Bonito, en la subcuenca del Cirí Grande y Trinidad, se convirtió en el primer centro educativo del país en contar con un sistema completo de cosecha de agua de lluvia, acompañado de tecnologías para energía limpia, producción agrícola y manejo de desechos.

El proyecto fue impulsado por el Canal de Panamá, Banistmo y Fundación Natura, y ejecutado por la empresa Panamá Rain Water.

Su instalación marca el inicio de una estrategia orientada a fortalecer la adaptación climática de comunidades educativas dentro de la Cuenca Hidrográfica del Canal.

La estructura principal es un sistema de captación y purificación de agua de lluvia con capacidad para almacenar hasta 15 mil litros.

Incluye filtros que garantizan agua segura para el consumo humano, permitiendo que estudiantes y docentes puedan contar con el recurso incluso en épocas de escasez.

Además del componente hídrico, se instalaron otras tres tecnologías conectadas: un biodigestor para el tratamiento de residuos orgánicos que genera gas limpio; un huerto escolar alimentado con fertirriego natural derivado del biodigestor; y un sistema de paneles solares que aporta autonomía energética al centro.

La presidenta ejecutiva de Banistmo, Aimeé Sentmat de Grimaldo, resaltó que esta obra es más que una solución técnica.

“Estamos convencidos de que el acceso al agua es un derecho fundamental y una herramienta poderosa para transformar comunidades. Es por eso que apoyamos estas soluciones que no solo garantizan el recurso, también educan, empoderan y demuestran cómo la sostenibilidad puede integrarse en la vida comunitaria”.

Educando con el desarrollo

La implementación del modelo también cumple una función pedagógica. Los estudiantes participan en el cultivo de alimentos como apio, tomate, culantro y pepino, mientras aprenden sobre sostenibilidad, cambio climático y prácticas agrícolas responsables.

Desde el Canal de Panamá, la subadministradora Ilya Espino de Marotta destacó que este tipo de soluciones integradas refleja el papel de las comunidades en la protección del recurso hídrico. “Esta escuela representa un modelo ejemplar de economía circular y conciencia ambiental”, dijo.

Fundación Natura, que ha trabajado por más de 20 años con la comunidad de Bajo Bonito, subrayó que el proyecto refuerza las capacidades locales. “No se trata solo de tener agua, sino de sembrar conciencia y preparar a las nuevas generaciones para un entorno más desafiante”, afirmó Carla López Abello, presidenta de su Junta de Síndicos.

Este sistema forma parte de una serie de entregas previstas para los próximos meses, enfocadas en comunidades vulnerables dentro de la cuenca del Canal.

Además, se suma a otras acciones como la reforestación de más de 30 hectáreas y programas de saneamiento que han beneficiado a unas 2,600 personas en la región.

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