Economía panameña perderá fuerza en 2023 y 2024
A pesar de la fuerte desaceleración que registrará la economía este año, Panamá liderará el crecimiento en 2023, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En el informe Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2023, la Cepal estima en 5.1% el crecimiento para este año, luego que el año pasado el Producto Interno Bruto creció 10.8%.
Desempleo, disminución en el consumo interno, así como una menor captación de Inversión Extranjera Directa, seguirán afectando este año y en 2024 el crecimiento de Panamá y de la región. Para 2023, la Cepal calcula que América Latina y El Caribe crecerán 1.7%.
El crecimiento proyectado por Cepal de 5.1% va en línea con la estimación del Gobierno panameño, que calcula una tasa positiva superior al 5%. Para el próximo año, el organismo prevé que Panamá y la región continuarán perdiendo fuerza con un crecimiento de 4.2% y 1.5%, respectivamente.
“En 2023 los países de América Latina y el Caribe enfrentan un escenario macroeconómico complejo. Se prevé que durante el año continúe el bajo crecimiento económico. En lo que respecta a la inflación, si bien se observa una caída en su dinámica, la tasa permanece en niveles superiores a los observados antes de la pandemia y a los rangos meta de los bancos centrales, lo que permite pensar que las tasas de interés se mantendrán relativamente altas en lo que resta del año”, indica la Cepal.
Adicional, señala el informe ‘Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2023’ que “la deuda pública se sitúa en niveles elevados, lo que, junto al aumento de las tasas de interés externas e internas y a una caída esperada de los ingresos tributarios producto del menor crecimiento, permite prever un espacio fiscal limitado para el conjunto de la región. Se anticipa un menor dinamismo en la creación de empleo, junto con caídas en la inversión y crecientes demandas sociales”.
Los cálculos para 2024 son pocos alentadores con el comercio mundial con niveles bajos, mientras que en la región continuará un reducido espacio de política macroeconómica, tanto fiscal como monetaria.
